domingo, 2 de abril de 2017

Nada

Autor: Carmen Laforet
Editorial: Austral Destino
Páginas: 304
Precio: 7,95€/ Precio Ebook: 6,64€
Género: Clásico, Narrativa
Sinopsis: Andrea llega a Barcelona para estudiar Letras. Sus ilusiones chocan, inmediatamente, con el ambiente de tensión y emociones violentas que reina en casa de su abuela. Andrea relata el contraste entre este sórdido microcosmos familiar —poblado de seres extraños y apasionantes— y la frágil cordialidad de sus relaciones universitarias, centradas en la bella y luminosa Ena. Finalmente los dos mundos convergen en un diálogo dramático.
Comparada por la crítica con Cumbres borrascosas, Nada destaca tanto por su prosa fresca y directa como por la extraordinaria sensibilidad en la recreación de una voz femenina. Cuando el libro acaba, el lector tiene la seguridad de poder encontrar, al volver la esquina, a una muchacha pálida y triste, con toda la fuerza de su juventud condensada en el mirar. Es Andrea, absorta, queriendo algo, sin saber qué. Como el resto de los protagonistas, ha nacido a la vida real por un prodigio de la creación artística.

Mi opinión

Otra lectura realizada con el club Pickwick y, en esta ocasión, le ha tocado el turno a la primera obra que ganó el premio Nadal en 1945.

En esta novela nos adentramos en la calle Barcelonesa de Aribau, donde nuestra protagonista, Andrea, se traslada a vivir a casa de unos familiares para cursar sus estudios universitarios.
Andrea llega a una Barcelona afectada por la Guerra Civil, deseosa de prosperar y conseguir libertad e independencia en su vida. ¿Lo logrará?

La obra está narrada en primera persona por Andrea, dando su punto de vista de cada situación y recordando cada momento vivido en su casa y en las calles de la ciudad.

La narración es muy poética y está llena de grandes sentimientos; las descripciones cobran una gran importancia, ya que son necesarias para lograr captar el ambiente y las situaciones por las que atraviesa la protagonista. Tengo que reconocer que ha habido momentos en los que se me ha hecho un tanto pesado lo que la autora contaba pero, aún así, es necesario pasar por eso para empatizar con los personajes.

La ambientación está claramente diferenciada entre el mundo asfixiante, angustioso y lleno de odio y amargura en el que vive Andrea en la calle Aribau, y la sensación de libertad y de confianza que obtiene cuando está en la universidad.

Es curioso, pero jamás había sentido esa sensación de asfixia y angustia mientras leía un libro. Me ha afectado bastante e incluso me agobiaba la situación por la que tiene que pasar la protagonista. Cada vez que transcurría una escena en la calle Aribau, mis sentimientos se ponían a flor de piel y he tenido que dejar de leer en algunos momentos por la sensación de asfixia que llegaba a sentir.

Los personajes, exceptuando a la protagonista, son lo más odiosos, desquiciantes y perversos que he encontrado nunca. Incluso los que parecen más nobles o bonachones, ha habido momentos en los que no me fiaba de ellos y me descolocaban un poco. Parece ser que hasta los buenos personajes tienen su lado oscuro.

Uno de los puntos que más me han gustado de esta obra han sido las descripciones que realiza la autora de la ciudad. En cada palabra que le dedica a Barcelona denota un cariño y un amor hacia ella que ha hecho que tenga más ganas de visitar esos lugares que nunca.

Resumiendo, ha sido una gran lectura y me ha encantado la sensación de asfixia que genera, a pesar de que lo haya pasado un poco mal leyéndolo. Es una lectura que ha dejado un poso en mi interior, ya que a cada rato me veo pensando en Andrea. Me parece increíble que la autora fuera capaz de crear esta obra con tan solo 22 años.

PUNTUACIÓN: 8/10

2 comentarios:

  1. Cierto, en ocasiones yo también notaba la asfixia que transmitía esa casa,el ambiente de esa familia,que probablemente era lo que sentía Andrea,y era lo que le llevaba a salir a pasear tan continuó por Barcelona,que como dices hace unas muy buenas descripciones,y es que a Carmen Laforet le gustaba mucho la parte gótica de Barcelona.

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    1. Muchas gracias por tu comentario. La asfixia era insoportable a ratos. Vaya casa...

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